Altivole Pizzería y Restaurante (Valdebebas, Madrid)

Una nueva pizzería: Altivole Pizzería y Restaurante, ha sido inaugurada en el barrio de Valdebebas, Madrid. Una pizzería dirigida por italianos donde se hacen pizzas de estilo napolitano. Ya sabéis lo fan que somos de la pizza, y más aún de la pizza de estilo napolitano, y tras visitar este local hemos salido bastante satisfechos.

El local no es muy grande, dependiendo de la distribución de las mesas puede que haya entre 12 o 16 mesas disponibles. Como el local es la novedad del barrio, está hasta arriba de clientes y tanto camareros, pizzaiolo o la atención al teléfono están desbordados. Cuentan con un horno de piedra para la cocción de las pizzas, con una piedra giratoria en su interior. Esto hace que las pizzas se cocinen en unos pocos minutos (entre 3 y 5 min). Pero, por muy rápido que preparen y cocinen las pizzas, con la cantidad de pedidos de local y recoger y los clientes dentro del local, estaban un poco a destajo.

Podemos decir que la cocina está dividida en dos partes. A la entrada, y a la vista de todos los clientes se encuentra la parte de pizza. Ahí se puede ver el horno, las masas, los ingredientes y al pizzaiolo estirando las masas, montando las pizzas y cocinándolas. Es un gusto que todo esto esté a la vista del cliente ya que se le puede ver a través del cristal que da a la calle, o desde el interior. La otra parte de la cocina, donde se hace todo lo demás que no es pizza, están en la zona del fondo del local.

La pizzería Altivole arrastra los problemas típicos de un local que acaba de inaugurarse (en el momento de nuestra visita no llevaba abierto ni 7 días). La carta de la pizzería es un simple folio impreso con los nombres de las pizzas y sus precios. No tienen carta de entrantes, aunque si que los tienen disponibles. Tienen que reparar algunos detalles de la campana extractora de humos. Desajustes en la coordinación de atención a las mesas entre los camareros. Todo pequeños detalles, que suponemos y esperamos que mejorarán con el paso de los días, pero que en estos primeros días dejan un sabor algo agridulce.

Nosotros hicimos reserva por teléfono, ya que como hemos comentado, ahora no es posible encontrar mesa en el local si no es con reserva. Preguntamos por la carta de entrantes, y como no estaba disponible, salió directamente el cocinero a contarlos los entrantes disponibles. Este cocinero es un italiano muy simpático, que no habla muy bien castellano. Así que toda la explicación fue una mezcla entre italiano y español. Aún así nos quedó claro y pedimos una rica burrata con pimientos, lechuga y tomatitos cherry (12.90 €).

Pedimos cuatro pizzas: Siciliana (13.90 €), Quattro Formaggi (12.90 €), Prosciutto e funghi (11.90) y Diavola (11.90). Para beber pedimos una botella de agua y una botella de lambrusco. Curioso y destacable es que tanto la botella de lambrusco, como la del agua, son procedentes de Italia.

Pasemos a analizar las pizzas. Nos fijamos en las masas de pizza y en la forma que el pizzaiolo las estiraba, sin tocar los bordes y siguiendo, fundamentalmente, la técnica de la bofetada que explicamos en el post sobre la masa de pizza estilo napolitano. Luego se cocinan en un horno de piedra, y cuando salen, tienen un aspecto visual increíble: bordes grandes y gordos, con las burbujas tostadas. Pero, desde mi punto de vista, estos bordes tendrían que estar más crujientes, y en su interior tendrían que tener menos miga y burbujas más grandes. De esta forma, en vez de tener unos bordes, que a la larga se hacen algo pesados, porque es como comer bordes de pan, serían unos bordes muy aireados, con burbuja grande y crujiente.

La masa de la pizza es fina, pero soporta muy bien los ingredientes que les echan. La salsa de tomate está hecha con tomate natural de San Marzano y el queso que usan suele ser el Fior di latte de origen campano. Esta base de tomate y queso ya es un éxito. Partiendo de esta base y dependiendo de la elección el resto de ingredientes que se añaden es muy variado. De las que nosotros pedimos, la que más gustó fue la Quattro Formaggi. La Diavola, a pesar de no ser la más picante de la carta, usa un peperoni muy picante y muy sabroso que a los no amantes del picante les costó comer. Pero a los que nos gusta el picante, nos encantó.

Volviendo a los problemas organizativos de un local de reciente apertura, nosotros sufrimos un gran retraso en nuestras pizzas. Veíamos como la gente entraba al local y salían con pizza. La gente de las mesas de alrededor, se sentaban, consumían su pizza, se levantaban y otros llegaban a sustituirles. Y nuestras pizzas no llegaban. Más aún, incluso algún camarero nos preguntó si queríamos postre, y le informamos que nuestras pizzas todavía no habían llegado. Tras informar de esta excepcionalidad a dos camareros y a la dueña, al final nuestra pizzas empezaron a llegar. Parece que el ticket de nuestro pedido se extravió y allí estuvimos una hora esperando nuestras pizzas mientras bebíamos lambrusco.

Aunque nosotros no lo hemos probado, la pizzería Altivole tiene menú del día a 10.90 € donde dan a elegir entre varios primeros y varios segundos. Por ejemplo, de primeros: lentejas, ensalada de queso de cabra con miel y salmorejo andaluz, y de segundos: pizza fantasía del pizzero, lubina con patatas panaderas y croquetas caseras. Así que a medio día esta pizzería es algo más que sólo pizza.

A pesar de la espera, nuestra experiencia fue buena. Ricas pizzas artesanas que volveremos a probar en unas semanas con la esperanza de que los pequeños problemas de la reciente apertura ya se hayan subsanado.

Altivole Pizzería y Restaurante.
Av. Manuel Fraga Iribarne, 35, 28055 Madrid
Teléfonos: 914559252 – 626245716

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