Tras este pequeño parón volvemos a la evaluación de locales especializados en hamburguesas en Madrid. Esta vez fuimos aun local llamado Rock & Roll Burguer Madrid.

Este local, situado en pleno centro de Madrid, en Calle Mesón de Paños, 1, 28013 – Madrid, también se auto-denominan expertos en gintonics.

El día que nosotros acudimos, un jueves a eso de las 14.00, nos encontramos solos en el local. Quizá por eso nos trataron tan bien. Tendremos que volver para ver si el trato varía cuando el local se encuentra lleno y los camareros bajo presión.

La ambientación del local nos gustó mucho, todo ambientado con temática de Rock&Roll: las mesas decoradas con los logos de reputadas bandas, murales en las pareces de míticas fotos y artistas…

Una vez nos hicieron llegar la carta, nos decantamos por el menú rockero: 11€ con bebida, entrante y hamburguesa de 150gr. Lo primero las bebidas: llegaron de forma rápida y muy fresquitas.

Como eramos 10 en el grupo hubo variedad a la hora de elegir, tanto en los entrantes como en las hamburguesas. Respecto a los entrantes, parece que todos los que pidieron la ensalada cesar terminaron contentos. Una ensalada de un tamaño aceptable, con picatostes crujientes, pollo caliente y crujiente rebozado, y una sabrosa salsa. Quien pidió la ensalada Wakame, tambien terminó contento. Esta ensalada de algas tiene un toque japones muy bueno. Aquellos que pidieron aros de cebolla ya no todos opinaban lo mismo. Los aros en sí estaban buenos, pero venían cuatro (literalmenten). Aun con estos entrantes, y como somos algo glotones, pedimos algunos platos a compartir al centro que traían aros, alitas, jalapeños, etc.

Llegó la hora de pedir hamburguesas: unos pidieron Rosendo, otros Angus Young, otros Elvis, otros Kurt Cobain, vamos, que para gustos colores.

A nivel global a todos nos gustó lo que pedimos. Aún así hubo gente a la que la carne le llegó algo más cruda de lo que le hubiera gustado y alguno criticó que la carne tenia demasiada ‘termilla’. Aún así los comentarios globales fueron positivos.

El pan parecía de panadería, es decir, que tenía un buen sabor y era robusto y resistente para aguantar el contenido.

Respecto al contenido, cada hamburguesa llevaba el suyo, pero aquellos que pidieron la Rosendo terminaron muy contentos ya que el queso de cabra estaba en su punto. Además el sabor global de la hamburguesa, las combinaciones de ingredientes y en la mayoría de los casos el punto de cocinado de la carne fueron acertados.

Como hemos comentado, nos gustaría volver a este local cuando haya más gente para comprobar si las buenas sensaciones con las que salimos se mantienen.